Presentación

El excursionismo es una actividad en auge en todo el mundo y nuestra isla no es una excepción. Desde hace muchos años existen grupos organizados que han destacado en esta actividad deportiva. No los vamos a descubrir aquí. Fruto de ello ha surgido la necesidad de recopilar, ordenar y clasificar toda la información generada, con lo que la bibliografía sobre el tema es extensa y muy completa, y no sólo gracias a los autores isleños; también los foráneos han aportado su visión, casi idílica, de nuestra tierra.

Pero a uno también le gusta montar en bici y quería comprobar cuan compatibles podrían llegar a ser estas dos aficiones. Por ello he querido presentar este trabajo de un modo diferente, es decir, no presentar la ruta sin más sobre un mapa partiendo de la base del cronómetro, sino crearlas a partir de unos itinerarios perfectamente localizables. De todas maneras, lo único que he intentado es que sea un buen libro de consulta, que nos ayude a planificar las salidas y que nos sirva de base para preparar nuevos itinerarios a nuestro propio gusto y disfrute. Lo que se trata de ofrecer es una buena guía para poder disfrutar más si cabe, del ciclismo de montaña, mostrando distintas alternativas, con mayor o menor dificultad, pero siempre teniendo muy claro que lo que queremos practicar es CICLISMO DE MONTAÑA.

Esto no significa que enfoquemos esta actividad bajo una óptica profesional, es decir, orientada al entrenamiento, con constantes alusiones al cronómetro o al indicador de distancias. Nuestro enfoque es puramente aficionado, no nos interesa el tiempo que se tarda en recorrer cierto itinerario, sino lo que de él nos atrae y nos emociona. Esto no nos debe llevar a la conclusión de que la descripción de los itinerarios deja mucho que desear, ya que mi objetivo no ha sido narrar metro a metro el recorrido sino que cada uno de vosotros conozca y elija aquellos que mejor se adapten a nuestras características y estilo.

Veamos, pues, como está estructurado este libro.

En una primera parte hay una descripción, con más o menos acierto, de los caminos, uno por uno. Los datos principales, descritos a continuación, están tomados del Catàleg d’Antics Camins de la Serra de Tramuntana, editado por el Consell Insular de Mallorca. Digamos que el autor los ha recorrido todos, y que en estas líneas se reconoce la labor meritoria realizada en ese catálogo, tomándolo como punto de partida.

Cada camino contiene una serie de datos comunes que son:

Principio: Nos informa sobre su verdadero inicio
Final: Nos indica su conclusión
Tipología: Nos da una idea sobre el estado en que se encuentra
Dificultad: Está clasificada en tres niveles:

Mínima: Camino prácticamente llano o en bajada, del ancho que sea, pero sin llegar a trialera
Media: Ascensión o bajada sin grandes contratiempos. La ascensión puede ser larga en el tiempo y el espacio pero normalmente no nos hará poner pie a tierra
Máxima: Ascensión o descenso con grandes desniveles bruscos y terreno en malas condiciones

Enlaces: Nos indica los caminos que tienen conexión con el descrito

De forma complementaria a estos datos damos otro que es el tanto por ciento transitable, es decir, la distancia aproximada que podremos ir montados. Vamos a poner también, en la medida de lo posible, ciertos datos sobre la titularidad del camino y el municipio al que pertenece ya que según mi modo de mostrarlos sobre el mapa no tengo en cuenta los términos municipales sino que la agrupación visual de estos tenga una cierta consistencia estética. Y digo en la medida de lo posible, porque a día de hoy son muy pocos los ayuntamientos los que han hecho pública esa información, tan solo el caso de Esporles resalta sobre los demás llegando incluso a poderse consultar por la red desde su página web oficial. Tengo un enlace a ese visor en mi página de Pedalades.

Para una mejor ubicación de los recorridos se recomienda consultar la colección de Corpus de Toponímica de Mascaró Pasarius. Estos mapas han servido de gran ayuda ya que han sido prácticamente los únicos consultados. Los militares se han ojeado únicamente para hacerse una idea de las altitudes. Últimamente ha habido unas importantes actualizaciones de los mapas Alpina añadiendo o modificando multitud de itinerarios debido sobre todo a un concienzudo trabajo de campo de muchos colaboradores pero la verdad es que no los consulto directamente, me centro en la búsqueda sobre el terreno.

Se han descrito o señalado más de trescientos de ellos, por lo general libres de paso, aunque la tónica es ir acotando en contra de permitir su tránsito. El debate en este sentido podría ser extenso e inacabable y las dos partes aportarían razones de peso suficientes para forzar unas tablas. Aunque desde la Administración se haya empezado a tomar conciencia de este problema, en general se le contempla desde una óptica más extensa y se ha optado por elaborar unos catálogos de caminos de titularidad pública, para así poder evitar cualquier abuso de poder o infracción por parte de los propietarios. Así, por ejemplo, en el término de Alaró se ha dado el caso de que casi un ochenta por ciento de los caminos son públicos cuando se creía que no llegarían ni siquiera a un veinte por ciento.

Otra cosa es que los propietarios reconozcan de buenas a primeras este nuevo estatus y no planteen recursos interminables a la Justicia. Estas situaciones son delicadas porque siempre una de las partes adopta el papel de víctima y las posturas se radicalizan. Hay casos en que se ha dado un paso hacia delante y se han adoptado otro tipo de medidas. Alguna propiedad ha instaurado el peaje, por ejemplo. Ofrecer sus caminos para practicar alguna modalidad deportiva, ya sean excursiones en todo terreno o senderismo puede ser totalmente compatible con la práctica del ciclismo. En mi opinión, el peaje es totalmente lícito, aunque restringido a caminos que discurran enteramente por el interior de las propiedades, y que, junto con las medidas cautelares que se quieran, se permita el paso, ya que el disfrute de la propia tierra no debe ser patrimonio de unos pocos. En cambio, en caminos tradicionalmente de paso, deberían adoptarse unos criterios más flexibles, más imaginativos; y ahí es donde se echa en falta la voz de la Administración, la voz de la Ley, en todo caso.

De todas maneras, desde hace algún tiempo, los problemas de circulación por la sierra se han aireado bastante ya que afectan a un numeroso colectivo, no solamente bikeros, sino excursionistas de a pie, espeleólogos o alpinistas; y desde luego son ellos, a través de asociaciones como ADIM, GEM o el GOB, por citar algunas, los que ponen el grito en el cielo y protestan ante la Administración, a la vez que reclaman un diálogo abierto y constructivo de todas las partes implicadas. Por supuesto se echa en falta una voz clara y rotunda que exprese con rigor las reclamaciones del colectivo bikero; si es que existe. Quede claro que toda esta exposición es nada más y nada menos que para reivindicar nuestro legítimo derecho a practicar el EXCURSIONISMO DE MONTAÑA en BICICLETA.

Se adjunta un mapa de la zona realizado con la utilidad Wikiloc y Cicloide que se puede consultar sobre la misma página o en las web externas, ofreciéndonos la posibilidad de descargar la ruta para seguirla con un receptor GPS. Hay una serie de rutas con los datos y descripciones necesarios para realizarlas sin demasiados problemas. En total son 56 las rutas analizadas, y en algunos casos, añadiendo itinerarios no descritos en la primera parte. Estas rutas pretenden abarcar todo lo que conocemos pero sin tener que repetir excesivo recorrido entre una y otra y que tengan además un buen nivel de ciclabilidad.

Muchos de vosotros notareis que faltan muchos itinerarios y recorridos. Es normal, aunque todo se andará. Hay algunos localizados o recorridos en parte, en los que falta el trabajo de campo. Pero, pese a todo ello, sí son todos los que están aunque no están todos los que son. Estoy convencido que todo este trabajo de recopilación puede servir para ayudar y animar a futuros bikeros a recorrer y sobre todo, querer y respetar nuestra querida Mallorca.