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Se trata de visitar uno de los lugares más emblemáticos de la isla y creo que más visitados por los turistas que por los propios mallorquines: la península de Formentor.
El único acceso es la carretera, obra maestra de la ingeniería de principios de siglo que sustituyó a una no menos importante obra como fue el Camí vell de Formentor, que se construyó hacia 1860 para dar acceso al faro, que anteriormente solo tenía acceso por mar.
Subamos pues por la carretera hacia el Mirador des Colomer, donde contemplaremos una de las estampas clásicas de Mallorca y afrontamos la bajada durante varios kilómetros hasta encontrar en una curva un desvío por pista barrado con una cadena. Por él bajamos a considerable velocidad hasta desviarnos a la izquierda por un camino menos consolidado, desembocando en una pista que se dirige a la derecha hacia el Puig de la Pinoa y el Caló.
Si en lugar de coger esta pista continuamos un poco más por la carretera veremos señalizado un desvío, se trata de uno de los tramos del camino viejo de Formentor desde Albercutx que no he realizado y no está en el track pero que supongo que se juntará con el anterior por lo que se puede aprovechar de bajada y volver por la pista.
Siguiendo con la descripción giramos a la izquierda hacia una carretera que enlaza los numerosos chalés de la zona. La cruzamos y salimos frente a la playa y el aparcamiento, el cual atravesamos para abandonarlo por el fondo a través de una barrera de rejilla, para adentrarnos en el frondoso pinar que cubre el fondo de este valle.
Pasaremos cerca de unas explanadas sin vegetación, un antiguo proyecto de campo de golf que nunca se llegó a construir. En un cruce de pistas tomaremos la de la derecha, en ascenso hacia el Coll de s'Olivardar, para descender rápidamente por una pista forestal solo molestados por algunas barreras colocadas para impedir el paso de vehículos en nuestro descenso hacia Cala Murta, entre la Penya de l'Hort y la Penya dels Bocs. Enfrente veremos las Voltes del Català; un tramo del camino viejo del faro, encaramadas espectacularmente en la ladera del Puig Garballó. Enlazaremos con el último tramo del camino que proviene de las casas de Cala Murta a la cala, que es el que tomaremos de vuelta hacia la carretera, desviándonos un poco antes para no atravesarlas. Llegaremos a la carretera muy cerca de la pista de bajada a Cala Figuera, que se ve enfrente. La bajada es rápida y sólo se puede acortar un poco en la parte superior. La cala está desierta de todo tipo de construcción o servicios, no así Cala Murta, que sí tiene un chalet sobre la misma playa construido hace más de cincuenta años.
La vuelta la realizamos por el mismo camino que la ida desde el inicio del ascenso al Coll de s'Olivardar. Hacer constar que hay varias pistas forestales y caminos en el interior de este bosque que pueden confundirnos pero no representan una dificultad excesiva.
Una opción interesante es acercarnos hasta el faro para lo que aún nos quedan seis kilómetros y quizás los más osados bajar hasta el Moll des Patronet.
De vuelta tenemos la opción, que no vamos a desperdiciar, de acercarnos desde el mirador hasta la Talaia d'Albercutx, donde conviven elementos antiguos, como la torre, con otros modernos, una construcción circular, al parecer un radar meteorológico, junto con una especie de edificaciones inconclusas sin determinar.
El único acceso es la carretera, obra maestra de la ingeniería de principios de siglo que sustituyó a una no menos importante obra como fue el Camí vell de Formentor, que se construyó hacia 1860 para dar acceso al faro, que anteriormente solo tenía acceso por mar.
Subamos pues por la carretera hacia el Mirador des Colomer, donde contemplaremos una de las estampas clásicas de Mallorca y afrontamos la bajada durante varios kilómetros hasta encontrar en una curva un desvío por pista barrado con una cadena. Por él bajamos a considerable velocidad hasta desviarnos a la izquierda por un camino menos consolidado, desembocando en una pista que se dirige a la derecha hacia el Puig de la Pinoa y el Caló.
Si en lugar de coger esta pista continuamos un poco más por la carretera veremos señalizado un desvío, se trata de uno de los tramos del camino viejo de Formentor desde Albercutx que no he realizado y no está en el track pero que supongo que se juntará con el anterior por lo que se puede aprovechar de bajada y volver por la pista.
Siguiendo con la descripción giramos a la izquierda hacia una carretera que enlaza los numerosos chalés de la zona. La cruzamos y salimos frente a la playa y el aparcamiento, el cual atravesamos para abandonarlo por el fondo a través de una barrera de rejilla, para adentrarnos en el frondoso pinar que cubre el fondo de este valle.
Pasaremos cerca de unas explanadas sin vegetación, un antiguo proyecto de campo de golf que nunca se llegó a construir. En un cruce de pistas tomaremos la de la derecha, en ascenso hacia el Coll de s'Olivardar, para descender rápidamente por una pista forestal solo molestados por algunas barreras colocadas para impedir el paso de vehículos en nuestro descenso hacia Cala Murta, entre la Penya de l'Hort y la Penya dels Bocs. Enfrente veremos las Voltes del Català; un tramo del camino viejo del faro, encaramadas espectacularmente en la ladera del Puig Garballó. Enlazaremos con el último tramo del camino que proviene de las casas de Cala Murta a la cala, que es el que tomaremos de vuelta hacia la carretera, desviándonos un poco antes para no atravesarlas. Llegaremos a la carretera muy cerca de la pista de bajada a Cala Figuera, que se ve enfrente. La bajada es rápida y sólo se puede acortar un poco en la parte superior. La cala está desierta de todo tipo de construcción o servicios, no así Cala Murta, que sí tiene un chalet sobre la misma playa construido hace más de cincuenta años.
La vuelta la realizamos por el mismo camino que la ida desde el inicio del ascenso al Coll de s'Olivardar. Hacer constar que hay varias pistas forestales y caminos en el interior de este bosque que pueden confundirnos pero no representan una dificultad excesiva.
Una opción interesante es acercarnos hasta el faro para lo que aún nos quedan seis kilómetros y quizás los más osados bajar hasta el Moll des Patronet.
De vuelta tenemos la opción, que no vamos a desperdiciar, de acercarnos desde el mirador hasta la Talaia d'Albercutx, donde conviven elementos antiguos, como la torre, con otros modernos, una construcción circular, al parecer un radar meteorológico, junto con una especie de edificaciones inconclusas sin determinar.
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