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Ruta por el interior del valle de Sóller enlazando diversos itinerarios para todos los gustos y niveles.
Empezamos por el camí de Son Pons que está enfrente del Jardí Botànic y se encuentra asfaltado, recorremos unos metros hasta el desvío del camino de carro de Montreals que es donde empezamos realmente la ascensión, por ahora con poca pendiente y muy cómoda recorriendo los olivares y pasando bajo los arcos del viaducto del tren como anécdota más interesante. Dejamos de lado el desvío de Es Montreals y continuamos hasta el cruce del camí de Castelló y giramos hacia la izquierda hasta el primer desvío a mano derecha junto a un estanque. A partir de aquí empieza lo bueno, rampas duras donde las haya y solo para empezar a calentar ya que cuando pasamos las últimas casas empiezan los últimos tres tramos a cual más empinado, superarlos es todo un reto. Más arriba debemos saltar una barrera para salir del camino y empezar un recorrido a pie pegados a la pared de roca. Justo al fondo deberemos ascender el paso por un escalón rocoso después de atravesar una pared hasta desembocar en el camí de metro, nuestro objetivo.
Giramos hacia la izquierda según llegamos y empezamos la ascensión en sucesivas lazadas hasta ganar bastante altura. Este recorrido es magnífico para una bicicleta de doble suspensión, cuánto más rápido se pueda ir, mejor, tanto subiendo como bajando. En líneas generales se trata de un camino ancho y despejado en la mayoría del recorrido aunque en su parte final nos vamos a encontrar con zonas algo más descuidadas y más técnicas.
Giramos hacia la izquierda según llegamos y empezamos la ascensión en sucesivas lazadas hasta ganar bastante altura. Este recorrido es magnífico para una bicicleta de doble suspensión, cuánto más rápido se pueda ir, mejor, tanto subiendo como bajando. Desembocamos junto a la caseta de peones camineros y tras saltar una rejilla accedemos a la carretera, por donde bajamos hasta la entrada del túnel debiendo tomar el primer desvío que encontremos a mano izquierda. Se trata de un tramo del antiguo camí vell de Ciutat cementado en su inicio. Llegamos hasta las vías del tren y éstas han borrado parte del trazado debiendo avanzar por la grava hasta cerca del túnel más cercano al pueblo saliendo por un sendero a mano izquierda hacia unas casas cerca de las cuales retomamos el camino otra vez hasta encontrar la señalización del nuevo tramo que nos lleva a enlazar con el camino cementado para llegar a las casas del Pujol d'en Banya donde continuamos rodando para dirigirnos hacia la zona de donde venimos.
El camí de Castelló es un itinerario sin apenas desniveles ni dificultad hasta Can Gamundí, a partir de donde vamos a ir encontrando algunos tramos de ascenso al límite de lo ciclable. Después de este primer contratiempo llegamos a un tramo asfaltado que pasa por Es Guix y Cas Xorc mientras que nosotros nos desviamos en el cruce del camí des Rost hacia arriba en otro tramo de ascenso hasta la Capella de Castelló, nuestro punto más alto en este tramo de ruta, a partir de ahora es todo descenso bajando en primer lugar hasta la carretera.
Tenemos varias posibilidades pero nuestra opción es dirigirnos a Muleta Gran por la carretera de Alconàsser (Bens d'Avall). Solamente nos queda seguir las indicaciones GR para salir de la zona urbanizada y entrar en los terrenos cultivados de Muleta Gran, cuyas casas rodeamos para enfilar el camino de bajada que pasa cerca de las casas de Muleta de cas Avinyons y de s'Hereu. Hasta estas casas es donde está más estropeado pero aún así es muy factible y divertido pasar montado. Después continuamos por un tramo muy elaborado en su empedrado con algunas curvas cerradas como dificultad máxima. Esa bajada nos permite llegar muy rápidamente hasta el solar del Hotel Rocamar, ya derruido, muy cerca del Port de Sóller.
El resto de ruta consiste en volver al punto de inicio siguiendo los postes GR que nos llevan por un bonito camino hasta Binidorm y Ca n'Ai enlazando con la carretera un poco más adelante muy cerca de donde tenemos estacionados los vehículos.
La pega teórica de este recorrido es circular por el camí de metre de la finca del Teix. Al acogerse a la figura de vedado de caza mayor se trata de un itinerario restringido aunque nunca nos hemos encontrado a nadie. De hecho todas las barreras de entrada de la finca han sido empapeladas de letreros anunciando tal advertencia. El resto de ruta se recorre sin ninguna dificultad.
Empezamos por el camí de Son Pons que está enfrente del Jardí Botànic y se encuentra asfaltado, recorremos unos metros hasta el desvío del camino de carro de Montreals que es donde empezamos realmente la ascensión, por ahora con poca pendiente y muy cómoda recorriendo los olivares y pasando bajo los arcos del viaducto del tren como anécdota más interesante. Dejamos de lado el desvío de Es Montreals y continuamos hasta el cruce del camí de Castelló y giramos hacia la izquierda hasta el primer desvío a mano derecha junto a un estanque. A partir de aquí empieza lo bueno, rampas duras donde las haya y solo para empezar a calentar ya que cuando pasamos las últimas casas empiezan los últimos tres tramos a cual más empinado, superarlos es todo un reto. Más arriba debemos saltar una barrera para salir del camino y empezar un recorrido a pie pegados a la pared de roca. Justo al fondo deberemos ascender el paso por un escalón rocoso después de atravesar una pared hasta desembocar en el camí de metro, nuestro objetivo.
Giramos hacia la izquierda según llegamos y empezamos la ascensión en sucesivas lazadas hasta ganar bastante altura. Este recorrido es magnífico para una bicicleta de doble suspensión, cuánto más rápido se pueda ir, mejor, tanto subiendo como bajando. En líneas generales se trata de un camino ancho y despejado en la mayoría del recorrido aunque en su parte final nos vamos a encontrar con zonas algo más descuidadas y más técnicas.
Giramos hacia la izquierda según llegamos y empezamos la ascensión en sucesivas lazadas hasta ganar bastante altura. Este recorrido es magnífico para una bicicleta de doble suspensión, cuánto más rápido se pueda ir, mejor, tanto subiendo como bajando. Desembocamos junto a la caseta de peones camineros y tras saltar una rejilla accedemos a la carretera, por donde bajamos hasta la entrada del túnel debiendo tomar el primer desvío que encontremos a mano izquierda. Se trata de un tramo del antiguo camí vell de Ciutat cementado en su inicio. Llegamos hasta las vías del tren y éstas han borrado parte del trazado debiendo avanzar por la grava hasta cerca del túnel más cercano al pueblo saliendo por un sendero a mano izquierda hacia unas casas cerca de las cuales retomamos el camino otra vez hasta encontrar la señalización del nuevo tramo que nos lleva a enlazar con el camino cementado para llegar a las casas del Pujol d'en Banya donde continuamos rodando para dirigirnos hacia la zona de donde venimos.
El camí de Castelló es un itinerario sin apenas desniveles ni dificultad hasta Can Gamundí, a partir de donde vamos a ir encontrando algunos tramos de ascenso al límite de lo ciclable. Después de este primer contratiempo llegamos a un tramo asfaltado que pasa por Es Guix y Cas Xorc mientras que nosotros nos desviamos en el cruce del camí des Rost hacia arriba en otro tramo de ascenso hasta la Capella de Castelló, nuestro punto más alto en este tramo de ruta, a partir de ahora es todo descenso bajando en primer lugar hasta la carretera.
Tenemos varias posibilidades pero nuestra opción es dirigirnos a Muleta Gran por la carretera de Alconàsser (Bens d'Avall). Solamente nos queda seguir las indicaciones GR para salir de la zona urbanizada y entrar en los terrenos cultivados de Muleta Gran, cuyas casas rodeamos para enfilar el camino de bajada que pasa cerca de las casas de Muleta de cas Avinyons y de s'Hereu. Hasta estas casas es donde está más estropeado pero aún así es muy factible y divertido pasar montado. Después continuamos por un tramo muy elaborado en su empedrado con algunas curvas cerradas como dificultad máxima. Esa bajada nos permite llegar muy rápidamente hasta el solar del Hotel Rocamar, ya derruido, muy cerca del Port de Sóller.
El resto de ruta consiste en volver al punto de inicio siguiendo los postes GR que nos llevan por un bonito camino hasta Binidorm y Ca n'Ai enlazando con la carretera un poco más adelante muy cerca de donde tenemos estacionados los vehículos.
La pega teórica de este recorrido es circular por el camí de metre de la finca del Teix. Al acogerse a la figura de vedado de caza mayor se trata de un itinerario restringido aunque nunca nos hemos encontrado a nadie. De hecho todas las barreras de entrada de la finca han sido empapeladas de letreros anunciando tal advertencia. El resto de ruta se recorre sin ninguna dificultad.
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