Ruta 56 Cap Blanc

Actualizada a Jul-2021

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Otra ruta costera con la idea fijada en recorrer la mayor parte de línea de costa posible entre Son Verí y Cap Blanc y el mínimo asfalto, aunque para la vuelta será inevitable.

Tomamos como punto de inicio el polideportivo del Arenal para tomar un sendero que bordea la pared lateral más cercana a la rotonda que nos deja en la explanada trasera del tenis Arenal recorriendo alguno de los numerosos itinerarios que se han ido conformando en ese terreno, muy propicio para el entreno y donde se han realizado algunas pruebas del calendario mtb. La que se señala cruza todo la extensión y nos deja en una de las calles de la urbanización de Son Verí Nou para llegar al paseo de la costa que recorremos hasta el final desde donde vamos siguiendo las señales cicloturistas que nos encaminarán hacia la rotonda aunque nosotros nos desviamos por una entrada hacia la garriga, llegamos a cruzar el ramal asfaltado de entrada a Cala Blava para continuar por los senderos hasta los primeros chalés de Bellavista donde ya tomamos la carretera que nos lleva hacia el hotel ubicado en las antiguas dependencias militares de Cap Enderrocat.

Atentos a una barrera en la pared de la izquierda, empieza el recorrido divertido. Circulamos pegados al muro en ligera subida para tener un poco de bajada hasta línea de costa una vez cruzado y continuando sobre un marcado sendero que se va perfilando sobre las rocas mientras vamos ganando algo de altura mientras se van acercando más y más los primeros chalés que nos vamos a encontrar pero primero tenemos que pasar junto a una casa, Can Crespí, que está fuera de los límites de la primera urbanización, la cual rodeamos y nos dirigimos hacia el acantilado para buscar la bajada hasta la playa, un sendero técnico al inicio y muy ramificado al final por lo que no hay una sola bajada sino varias posibles.

Subimos por la carretera hasta la segunda urbanización, Puigderrós y lo que se ha intentado es pisar el mínimo asfalto posible enlazando paseos peatonales y callejones de instalaciones aptos para la circulación, con todo ello cruzaremos la urbanización de sa Torre y volvemos a la carretera principal continuando por el solar del radiofaro y algunos senderos hasta la segunda entrada a Bahía Grande, la calle Cristòfol Colom, que hacemos completa hasta la rotonda de la costa y allí entramos en un paseo peatonal escalonado que es una estupenda miranda sobre la costa y siguiendo por la calle Galió donde a medio camino accedemos al solar vacío antes de llegar a Tolleric. Mi opción ha sido llegar hasta el hotel y volver a la carretera aprovechando un callejón. Se recomienda seguir la traza si queremos evitarnos las molestias de tener que buscar esas alternativas o callejear en exceso.

El tramo de asfalto es corto y en la primera curva ya tenemos la barrera de entrada a la zona militar abandonada de Cap Regana. Una vez en el interior nos dirigimos hacia la costa rodeando antiguas edificaciones siguiendo un escueto sendero y es donde empieza el itinerario ciclable en su inmensa mayoría hasta el faro. Dificultades no faltarán, a la propia configuración del terreno que sin tener desniveles nunca es verdaderamente plano ni recto pero precisamente es lo que le confiere su diversión, le sumamos que también vamos a tener que cruzar varios torrentes, unos más hondos, otros más anchos y llenos de vegetación pero en algunos de ellos podremos pasar hasta montados.

Alternaremos zonas militares con fincas particulares, sa Marina de sa Llapasa, de Llucamet, d'Abaix y de s'Àguila cruzando diversas paredes medianeras por algún portillo cercano al borde pero si exceptuamos algunos restos de antiguas edificaciones, tanto agrícolas como militares, es prácticamente todo lo mismo. Al llegar a la zona del Cap Roig encontraremos una rejilla que cierra el perímetro de la antigua batería de costa y circularemos entre esta y el borde del acantilado pero siempre con el espacio suficiente para un paso seguro. Tras superar ese tramo rodaremos muy cerca de la carretera durante el último kilómetro, es donde más rápido podemos ir y por eso también el más propenso a padecer pinchazos por golpes con los cantos de las piedras.

Al llegar al faro de Cap Blanc toca volver, normalmente deberemos hacerlo por la carretera por la premura de tiempo, pero si disponemos de él lo podemos hacer por el mismo sitio de modo inverso. En todo caso, ya sea de una manera o de otra, nos desviaremos por la urbanización de las Palmeras para recorrer la calle principal y en su punto final enganchar con las antiguas vías del tren para recorrer los últimos kilómetros hasta nuestro destino.